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SISTEMAS DE NUTRICIÓN (1ERO A)

Sistemas de nutrición en los seres humanos

El cuerpo humano necesita energía y nutrientes para funcionar correctamente. Esta energía y nutrientes provienen de los alimentos, y para aprovecharlos el organismo cuenta con varios sistemas que trabajan de manera coordinada: el sistema digestivo, el sistema circulatorio, el sistema respiratorio y el sistema excretor. Cada uno cumple funciones específicas, pero todos se relacionan para mantener la vida y la salud.

Sistema digestivo

El sistema digestivo se encarga de transformar los alimentos en sustancias que el cuerpo pueda absorber y utilizar. Comienza en la boca, donde los dientes trituran los alimentos y la saliva inicia la descomposición de los carbohidratos. Luego, el bolo alimenticio pasa por el esófago hasta el estómago, donde se mezcla con jugos gástricos que contienen enzimas y ácido clorhídrico. Estos componentes descomponen las proteínas y convierten los alimentos en una mezcla más líquida llamada quimo.

El quimo continúa su recorrido hacia el intestino delgado, el principal lugar de absorción de nutrientes. Aquí, el páncreas aporta enzimas que terminan de digerir los carbohidratos, proteínas y grasas, y el hígado produce bilis, que se almacena en la vesícula biliar y ayuda a digerir las grasas. Las paredes del intestino delgado están cubiertas de vellosidades, que aumentan la superficie de absorción y permiten que los nutrientes pasen a la sangre.

El intestino grueso absorbe agua y sales minerales y transforma los residuos en heces, que luego serán eliminadas por el recto y el ano. De esta manera, el sistema digestivo cumple dos funciones principales: extraer nutrientes y eliminar desechos.

Sistema circulatorio

Una vez que los nutrientes son absorbidos en el intestino delgado, el sistema circulatorio se encarga de transportarlos a todas las células del cuerpo. Este sistema está formado por el corazón, los vasos sanguíneos (arterias, venas y capilares) y la sangre. La sangre transporta no solo nutrientes, sino también oxígeno, hormonas y otras sustancias necesarias para el funcionamiento celular.

El corazón actúa como una bomba que impulsa la sangre, llevando oxígeno desde los pulmones y nutrientes desde el intestino hacia los tejidos. A su vez, recoge los productos de desecho, como el dióxido de carbono y otras sustancias, y los lleva hacia los órganos encargados de eliminarlos, como los pulmones y los riñones. De esta manera, el sistema circulatorio conecta todos los sistemas de nutrición y mantiene el equilibrio interno del organismo.

Sistema respiratorio

El sistema respiratorio permite que el cuerpo obtenga el oxígeno necesario para aprovechar la energía de los alimentos y eliminar el dióxido de carbono producido durante el metabolismo. Este sistema está formado por la nariz, la faringe, la laringe, la tráquea, los bronquios y los pulmones. Al respirar, el oxígeno ingresa a los pulmones y pasa a la sangre a través de los alvéolos, estructuras muy delgadas y rodeadas de capilares. El oxígeno se une a la hemoglobina de los glóbulos rojos y es transportado a todas las células del cuerpo, mientras que el dióxido de carbono, un producto de desecho, se expulsa al exhalar.

El oxígeno que aporta el sistema respiratorio es fundamental para que las células puedan liberar la energía contenida en los nutrientes a través de un proceso llamado respiración celular. Sin oxígeno, los nutrientes no podrían convertirse en energía utilizable, y el cuerpo no podría realizar sus funciones vitales.

Sistema excretor

El sistema excretor se encarga de eliminar los desechos líquidos y sustancias tóxicas que el organismo no necesita. Está formado principalmente por los riñones, los uréteres, la vejiga y la uretra. Los riñones filtran la sangre, separando el exceso de agua, sales y productos de desecho, como la urea, y forman la orina. Esta se transporta por los uréteres hasta la vejiga, donde se almacena temporalmente antes de ser expulsada por la uretra.

El sistema excretor mantiene el equilibrio de líquidos y sales del cuerpo, lo cual es fundamental para el funcionamiento correcto de las células y para que los nutrientes y el oxígeno lleguen a todas las partes del organismo sin alteraciones.

Interrelación entre los sistemas de nutrición

Los sistemas de nutrición no funcionan de manera aislada. El sistema digestivo proporciona los nutrientes, el sistema circulatorio los distribuye, el sistema respiratorio aporta el oxígeno necesario para liberar energía y el sistema excretor elimina los desechos. Juntos, permiten que el cuerpo obtenga energía, crezca, repare tejidos y se mantenga saludable. Por ejemplo, cuando comemos un alimento rico en proteínas, el sistema digestivo lo descompone en aminoácidos, la sangre los transporta a las células, el oxígeno de los pulmones permite que se libere la energía de esos nutrientes y los riñones eliminan los productos de desecho. Este trabajo conjunto asegura que cada célula reciba lo necesario y que el cuerpo funcione de manera equilibrada.


Fuente:Nuevo Activados, Puerto de Palos. 2019

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